1 Enzimas digestivas naturales en los vegetales frescos y crudos
Una dieta rica en vegetales frescos y crudos proporciona gran variedad de enzimas. Evita las cocciones largas para no destruirlas y prueba a introducir ensaladas y batidos en tu alimentación diaria (en la guía encuentras varias recetas).
La piña y la papaya contienen gran cantidad de enzimas.
En la piña encontramos gran cantidad de bromelina, una enzima proteolítica, es decir, que descompone las proteínas. La bromelina resiste la acidez del estómago y la alcalinidad del intestino.
La papaya contiene papaína, otra enzima proteolítica. Además, es antiinflamatoria y antiséptica.
El miso es una excelente fuente de enzimas. Es un condimento fermentado muy utilizado en la cocina japonesa. Contiene enzimas vivas si no ha sido pasteurizado. Puedes tomarlo en forma de sopa o añadirlo como condimento.
2 Hojas verdes. Incorpora verde a tu dieta y descubre como te sienta
Las verduras de hoja verde son los alimentos que más faltan en las dietas modernas. Aprender a prepararlas y cómo comerlas es esencial para tener una buena salud.
Cuando te nutres de verde, naturalmente eliminas los alimentos que te enferman. Las verduras de hojas verdes fortalecen la sangre y el sistema respiratorio. Son especialmente buenas para la gente de la ciudad que rara vez ven campos verdes en campo abierto.
El verde se asocia con la naturaleza, la primavera, el tiempo de renovación, el aire fresco y la energía vital. En la medicina asiática, el verde está relacionado con el hígado, la estabilidad emocional y la creatividad.
Nutricionalmente, las verduras verdes son muy altas en calcio, magnesio, hierro, potasio, fósforo, zinc y vitaminas A, C, E y K. Están llenas de fibra, ácido fólico, clorofila y muchos otros micronutrientes y fitoquímicos. Siempre que sea posible, elige orgánico. ¡Pero comer verduras no orgánicas es mucho mejor que no comer verduras en absoluto!
Algunos de los beneficios de comer verduras de hojas verdes oscuras son: purificación de la sangre, prevención del cáncer, mejora de la circulación, sistema inmunológico fortalecido, una flora intestinal saludable, creación de energía sutil, ligera y flexible, espíritu elevado, mejora la depresión, mejor funcionamiento del hígado, la vejiga y los riñones, ayudan a eliminar la congestión, especialmente en los pulmones al reducir la mucosidad.
Hay tantas verduras verdes para elegir. Encuentra las que te gusten y cómelas a menudo. Cuando te aburras, atrévete y prueba algunas que nunca antes has comido.
El brócoli es muy popular entre los adultos y los niños. Cada tallo es como el tronco de un árbol, que te brinda energía fuerte y firme. Luego tienes la col, la col rizada (kale), las coles de bruselas, el berro, las hojas de mostaza, el diente de león y otras hojas verdes. La col verde es excelente cocida o cruda, o en forma de chucrut. La rúcula, la endibia, la achicoria, la lechuga, el arúgula y los verdes silvestres generalmente se comen crudos, pero se pueden consumir de cualquier forma creativa que disfrutes.
La espinaca, la acelga y las hojas de remolacha se comen mejor con moderación, ya que tienen un alto contenido de ácido oxálico, que agota el calcio de los huesos y los dientes, y puede provocar osteoporosis. Cocina estos vegetales con algo rico como tempeh, semillas, nueces, aluvias, productos de origen animal orgánicos o aceite. Esto ayudará a equilibrar el efecto del ácido oxálico.
CONSEJO: La planta de ortiga, que se vende como ortiga en boticarios y donde se vende té suelto, es una excelente fuente de nutrición verde. Es un gran antihistamínico, con un contenido muy alto de clorofila, hierro, vitamina C, vitamina K y flavonoides; Por mencionar sólo algunos. Actúa como un multivitamínico y se adaptará a las necesidades únicas de tu cuerpo a lo largo del tiempo. Prepárala como un té: al menos una taza al día durante un período de tiempo y mejorará en gran medida tu salud en general, prueba a ver.
Cocinar las verduras verdes:
Prueba una variedad de métodos como cocinar al vapor, hervir, saltear en aceite, saltear el agua. Hervir durante menos de un minuto para que los nutrientes de los vegetales no se pierdan en el agua. También puedes beber el agua de cocción como un caldo o un té saludable si estás usando verduras orgánicas. La cocción al vapor hace que los vegetales sean más fibrosos, lo que es ideal para las personas que intentan perder peso. La ensalada cruda es también una preparación maravillosa para las verduras, es refrescante y suministra enzimas vivas.
Si eres ya una amante de las hojas verdes, prueba nuevas que no hayas comido todavía y/o prueba diferentes maneras de preparar las que ya sueles comer.
Receta:
Ensalada de hojas verdes con pera y nueces
Ingredientes:
2 cucharaditas de aceite de coco
1/2 pera madura, cortada en cubitos
¼ taza de nueces, picadas en trozos grandes
4-5 tazas de verduras verdes picadas (diente de león, arúgula, radicchio, endibia, hojas de mostaza, col rizada, acelgas)
¼ taza de aceite de oliva
⅛ taza de vinagre de manzana
1 cucharada de mostaza
Pizca sal marina o sal de himalaya y pimienta negra molida fresca
Instrucciones para la vinagreta:
Mezcla el aceite de oliva, la mostaza y el vinagre de manzana en un recipiente. Bate para mezclarlo bien. Agrega sal y pimienta al gusto.
Instrucciones para la ensalada:
Calienta una sartén grande a fuego medio-alto. Derrite en ella el aceite de coco, luego una vez caliente, agrega las peras. Cocina por unos minutos para suavizarlas ligeramente y dorarlas. Apaga el fuego, luego añade las nueces, luego agrega las verduras verdes. Mezcla suavemente, luego mezcla de nuevo con unas cucharadas de vinagreta. Servir inmediatamente.
Notas: Agrega cualquiera de los alimentos a continuación para obtener más proteínas o para hacer una comida más copiosa y completa: trozos de pollo, Salmón salvaje o legumbres cocidas, garbanzo o lentejas rojas, verdes o marrones
3 ¿Cómo hacer germinados?
Los germinados son muy nutritivos, saludables y te aportan mucha vitalidad. Son alcalanizantes, una buena fuente de vitaminas, ácidos grasos, calcio y magnesio. Son anti cancerígenos, protegen contra el envejecimiento y oxigenan el orgaismo.
4 Recomendación: si deseas perder peso, toma aceite de coco terapéuticamente
El aceite de coco da un increíble impulso a nuestro metabolismo. Es termogénico, lo cual significa que ayuda a cada célula de nuestro cuerpo a trabajar más quemando más calorías.
El aceite de coco es una grasa saludable y esta nos ayudará a sentirnos más llenas. Prueba de tomar una cucharada de aceite de coco en un vaso de agua un poco caliente antes de cada comida (tres veces).
En el caso de que hayas estado siguiendo una dieta baja en grasas por algún tiempo, o si en general has dejado de tomar grasas, empieza con un cuarto de cuchara de aceite de coco.
Si te sienta bien, entonces incrementa poco a poco a media cuchara, hasta llegar a una entera. Si experimentas síntomas como nauseas o de desequilibrio, quiere decir que es demasiado aceite de coco para ti. Es importante darle tiempo al cuerpo para habituarse a un nuevo alimento.
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