Un poco de teoría
Las hormonas son esenciales para prácticamente todos los procesos de la vida, desde el crecimiento y desarrollo, hasta el metabolismo y las pasiones.
La función hormonal puede verse afectada debido a alguna enfermedad, estrés, envejecimiento, medicamentos y sustancias químicas interruptoras endócrinas, que causan estragos en la salud.
Descubrimientos recientes acerca de cómo funciona el sistema endócrino han transformado nuestro entendimiento del papel crítico que representan las hormonas en la salud y las enfermedades.
Las hormonas son esenciales para prácticamente todos los procesos de la vida, desde el crecimiento y desarrollo, hasta el metabolismo y las pasiones. Todos los organismos multicelulares, vegetales o animales, utilizan hormonas: desde las lombrices, hasta las ballenas asesinas.
La palabra “hormona” se deriva de la palabra griega “hormon”, que significa “excitar” o “poner en movimiento”. Han moldeado su vida desde que era un embrión: sin embargo, a pesar de lo importantes que son, las hormonas siguen siendo, de alguna manera, un misterio médico.
Las hormonas son obvias, como el latido de su corazón o la peristalsis de su tracto digestivo como otros procesos biológicos que son mucho más fáciles de observar y cuantificar.
Para entender a las hormonas, los científicos también necesitan ser investigadores médicos y estos “detectives hormonales” son los responsables de los múltiples cambios que hemos visto en el campo de la endocrinología, como se relata en el video.
Un empaque pequeño con MUCHA FUERZA
Se han identificado más de 80 hormonas humanas, todas con papeles muy diferentes. Cada hormona se dirige a una célula específica y no tiene ningún efecto en las demás cuando fluye cerca de ellas.
Cuando una hormona actúa sobre su célula de destino específica, puede cambiar la forma que se comporta para hacer que realice una tarea específica. Por ejemplo, la hormona adrenalina causa que el corazón lata más rápido y la hormona gastrina hace que el estómago secrete ácido gástrico cuando se consumen ciertos alimentos.
Las hormonas ejercen su influencia en concentraciones muy pequeñas: ¡Cada molécula es muy poderosa! Es por esto que las sustancias interruptoras endócrinas,, como el BPA y los ftalatos, son tan peligrosos incluso en cantidades minúsculas.
Ejercen muchas acciones diferentes en muchas escalas de tiempo diferentes. Por ejemplo, la adrenalina actúa sobre el corazón en pocos minutos, pero el estrógeno que se secreta diariamente puede tener efectos que duran años.
Algunas de las hormonas están diseñadas para estimular la liberación de otras hormonas, algunas actúan con el cuerpo entero, mientras que otras sólo lo hacen en pequeñas áreas localizadas del tejido. Algunas hormonas tienen efectos muy dramáticos, mientras que los de otras son más sutiles.
Tipos de hormonas: solo lo básico
Las hormonas pueden clasificarse en cuatro categorías, con base en cómo trabajan: esteroides, péptidos, derivados de los aminoácidos (aminas) y eicosanoides. En las hormonas esteroides encontramos las sexuales y adrenales.
Los péptidos representan una amplia variedad de mensajeros químicos, como la hormona de crecimiento humano (HCH), insulina y melatonina. La adrenalina es una amina y las prostaglandinas (involucradas en la inflamación) son eicosanoides. Las hormonas se mantienen equilibradas (homeostasis) a través de un complejo sistema de retroalimentación y su liberación desencadena por medio de tres mecanismos principales.
Moléculas específicas en la sangre (por ejemplo, ciertos minerales o nutrientes que funcionan como mecanismos de retroalimentación).
Estimulación de otras hormonas (esto comúnmente ocasiona la liberación rítmica de las hormonas, que suben y bajan a un patrón predecible).
Estimulación a través de señales del sistema nervioso (esto generalmente ocasiona un estallido corto de una hormona como la adrenalina).
Las hormonas pueden ser endócrinas o exocrinas, dependiendo de la forma en la que sean liberadas:
Endócrina: Las hormonas que son liberadas directamente en el torrente sanguíneo desde una glándula sin conductos (pituitaria, adrenal, tiroides, ovarios, testículos, páncreas, etc.)
Exocrina: Las hormonas que son liberadas a través de un conducto o lumen, como las glándulas salivales o las glándulas gástricas del estómago.
Algunos órganos tienen funciones endócrinas y exocrinas, como los riñones, páncreas y gónadas. Cuando ve la frase “sistema endócrino”, generalmente se refiere al sistema de ocho glándulas que secretan hormonas, pero no el resto de los tejidos y órganos que las liberan, como la placenta, la cual secreta estrógenos y progesterona durante el embarazo.
Cada vez se descubren más tejidos que secretan hormonas: de hecho, es probable que la mayoría de los tejidos corporales las produzcan. Por ejemplo, sabemos que el estómago produce la “hormona del hambre”, la ghrelina, para ayudar a regular el apetito. Incluso las células adiposas secretan hormonas: como leptina, la cual desempeña un papel importante en la acumulación de la grasa.
El descubrimiento de las “hormonas de la grasa” revolucionó a la endocrinología
En 1994, el campo de la endocrinología fue revolucionando cuando el genetista molecular Jeffrey Friedman, de la Universidad Rockefeller, descubrió que la “hormona de la saciedad”, la leptina, es producida por las células adiposas. Antes de esto, nunca se había considerado a la grasa corporal un órgano endócrino y la obesidad no se creía generalmente un problema endocrino.
Todo esto cambió con el descubrimiento de que las células de grasa “controlan” en cierto sentido el cerebro: ya que le indican cuándo dejar de comer, a través de la hormona leptina.
“Las células de la grasa secretan leptina en el torrente sanguíneo, la cual actúa en el cerebro para regular el consumo de alimentos y el gasto de energía. Cuando disminuye la masa grasa, los niveles de leptina en plasma reducen, lo que estimula el apetito y suprime el gasto de energía, hasta que se ha restaurado la masa grasa.
Cuando aumenta, los niveles de leptina también crecen, lo cual suprime el apetito hasta que se ha perdido el peso. Este sistema mantiene el control homeostático del tejido de la masa adiposa”.
El problema es que este ciclo de retroalimentación entre las células de la grasa y el cerebro puede funcionar mal, con lo que los receptores de leptina pierden su sensibilidad.
Mientras más células adiposas tenga, sus niveles de leptina serán más altos y será más propenso a volverse resistente a la leptina: esto es parecido a desarrollar resistencia a la insulina a causa de los niveles crónicamente elevados de la insulina.
Tanto la resistencia a la insulina como a la leptina están relacionadas con la obesidad y la diabetes tipo 2, y son un problema fundamental subyacente de la mayoría de las enfermedades degenerativas crónicas.
Es poco probable que los tratamientos con medicamentos resuelvan la resistencia a la leptina, ya que son inefectivos y hasta podrían resultar contraproducentes para la resistencia a la insulina. La forma ideal para corregir la resistencia a la leptina es a través de la alimentación.
Una dieta a base de alimentos enteros, con énfasis en las grasas buenas y que evite los saltos de azúcar en la sangre, mejorará su sensibilidad a la insulina y a la leptina. Una gran categoría de hormonas, los esteroides, se derivan del colesterol, lo que le demuestra lo crítico que son las grasas saludables para su función endócrina, y por lo tanto, para su salud y bienestar.
Cuando las hormonas se revelan
Una variedad de factores pueden afectar su función hormonal, como el envejecimiento, estilo de vida y los factores ambientales. Estos cambios pueden alterar su producción y metabolismo hormonal y cómo responden las células de destino a los mensajeros hormonales. Se han observado cambios relacionados con la edad en casi todas las glándulas. Otros factores conocidos por su efecto adverso sobre la función endócrina son los siguientes:
Genética: defectos congénitos y mutaciones (cromosomas faltantes o dañados).
Enfermedades, infecciones, trastornos autoinmunes, reacciones alérgicas y otras condiciones de salud.
Estrés de todo tipo, como traumas emocionales y enfermedades o lesiones graves.
Cirugía, radiación, quimioterapia, medicamentos y otros procedimientos médicos.
Químicos interruptores endócrinos.
Las interrupciones hormonales pueden afectar de muchas formas: menor fertilidad, respuesta inmune dañada y cambios neurológicos que reducen su capacidad de lidiar con el estrés. La alimentación y las elecciones de estilo de vida son importantes para mantener bajo control a las hormonas.
Las sustancias químicas interruptoras endócrinas (similares en estructura a los estrógenos y que se encuentran en grandes cantidades en los productos plásticos), en conjunto con alimentos tóxicos, falta de ejercicio y bajos niveles de vitamina D, contribuyen a la pubertad precoz y al cáncer.
El desequilibrio hormonal causa mucho más que bochornos
Las hormonas tienen efectos de largo alcance en el cuerpo y las deficiencias hormonales pueden causar estragos en tu salud. Cuando pensamos en el equilibrio hormonal, los “bochornos no son más que uno de los muchos efectos posibles”.
La relación entre la alimentación y la salud hormonal
Evitar los alimentos procesados es una de las mejores estrategias para conservar su función hormonal natural. Los carbohidratos refinados y las grasas dañadas pueden elevar tus niveles de estrógenos: hasta el doble de lo normal.
Esta es una de las causas principales de los síntomas menopáusicos, en primer lugar. Los alimentos procesados también podrían reducir otros niveles de hormonas fundamentales y están cargados con ingredientes que degradan la salud, como azúcar (especialmente la fructosa), transgénicos, grasas trans, sal procesada y otros aditivos químicos.
Por otro lado, consumir una alimentación rica en productos orgánicos enteros y proteínas y grasas de alta calidad, pueden hacer mucho equilibrio de tus hormonas mientras envejeces: especialmente en combinación con un programa efectivo de ejercicio. Como regla general, las vitaminas solubles en grasa tienen un efecto benéfico en las hormonas sexuales. Consumir alimentos ricos en vitamina A beneficia la producción de progesterona.
Aquí te dejo una lista de recomendaciones para mantener tus niveles de hormonas:
Consume una alimentación paleolítica, rica en vegetales frescos y orgánicos y productos fermentados.
Evita el azúcar y la fructosa, como los jugos frescos de frutas, ya que el aumento rápido de azúcar bloquea efectivamente la secreción hormonal; elige frutas bajas en fructosa.
Los vegetales de hojas verde oscuro son ricos en magnesio, la cual facilita la producción de hormonas sexuales.
Evita el consumo regular de alcohol, ya que disminuye la producción de la hormona de crecimiento.
Evita granos sin germinar. Si consumes granos (los cuales es mejor evitar por completo) asegúrate de que estén germinados.
Consume proteína de alta calidad, como pescado, carne roja de animales alimentados con pastura, pollo de pastoreo, pero cocínalos a baja temperatura.
Consideraciones adicionales para antes de tomar hormonas para la menopausia
Si continúan los síntomas molestos de la menopausia después de implementar los cambios a su alimentación, puedes probar estas estrategias antes de recurrir al tratamiento de hormonas bioidénticas:
Fitoestrógenos: Consumir bastantes fitoestrógenos (estrógenos vegetales), como regaliz y alfalfa, antes de la menopausia podría ayudar a moderar sus niveles diarios de estrógenos, para que, cuando llegue la menopausia, su disminución no sea tan dramática. Sin embargo, evite utilizar soya sin fermentar, ya que puede causar estragos en su salud de muchas formas diferentes.
Optimiza sus niveles de vitamina D: Esto es fundamental para la regulación de los genes y la salud óptima.
Polifenoles: Ciertos polifenoles han demostrado tener beneficios similares a la terapia de reemplazo hormonal, sin las desventajas, y están relacionados con un menor riesgo de padecer enfermedades cardiacas. La Maca es una excelente solución herbal adaptogénica para la menopausia, que ha sido útil para muchas mujeres.
Grasa omega-3 de origen animal: También sería ideal que consumas suficientes grasas omega-3 de origen animal y de alta calidad, como aceite de kril.
Como puedes ver, las hormonas son un tema complicado: aunque vale el esfuerzo, debido a los poderosos papeles que representa en la salud. ¡Toma el control de tu salud y comparte el conocimiento!
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