El sobrepeso y la obesidad son condiciones que afectan la salud física y mental de las personas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.
Existen estudios que han encontrado una relación entre el sobrepeso y la obesidad con las emociones y los sentimientos, especialmente con la depresión. Algunos datos al respecto son:
El doctor Chiozza concluye que el sobrepeso podría ser una forma de defensa cuando hay un conflicto inconsciente relacionado con una sensación de incapacidad. La grasa acumulada es una forma de reservarse para una acción que finalmente no se emprende por el temor a no ser capaz de llevarla a cabo.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo el sobrepeso y la obesidad pueden influir en las emociones y los sentimientos de las personas. Sin embargo, hay muchos otros factores que también pueden afectar la salud mental, como el estrés, la autoestima, el apoyo social, el estilo de vida, etc.
Emociones y comportamientos alimenticios
Estrés: Las investigaciones demuestran que el estrés aumenta la producción de cortisol, lo que puede llevar a antojos de alimentos ricos en grasas y azúcares (American Psychological Association)
Tristeza: Un estudio longitudinal encontró que las personas tienden a consumir más calorías cuando experimentan tristeza prolongada (Journal of Clinical Psychology)
Alegría: La celebración a través de alimentos indulgentes está vinculada con la liberación de dopamina. Es importante equilibrar las celebraciones con opciones más saludables (National Institute on Drug Abuse)
El Ciclo Emocional-Sobrepeso
Desencadenante Emocional:
Estrés, Tristeza, Alegría, etc.: Las emociones juegan un papel crucial en nuestra relación con la comida. Los desencadenantes emocionales pueden ser diversos, desde el estrés laboral hasta la celebración de un logro personal.
Respuesta Alimentaria:
Elección de Alimentos Reconfortantes: Frente a una emoción, las personas tienden a recurrir a ciertos alimentos como una forma de lidiar con sus sentimientos. Esto a menudo implica la elección de alimentos reconfortantes, ricos en grasas y azúcares, que proporcionan una sensación temporal de consuelo.
Recompensa y Liberación de Dopamina:
Sensación de Placer Inmediato: El consumo de alimentos indulgentes puede proporcionar una liberación de dopamina, el neurotransmisor asociado con el placer y la recompensa. Esta sensación de placer inmediato refuerza la conexión entre la emoción y la respuesta alimentaria.
Culpa y Remordimiento:
Consecuencias Posterior al Consumo: Después de satisfacer la necesidad emocional con alimentos reconfortantes, las personas a menudo experimentan sentimientos de culpa y remordimiento. Este paso es crucial en el ciclo, ya que puede desencadenar emociones negativas, cerrando así el círculo y reiniciando el ciclo.
Repetición del Ciclo:
Patrón Repetitivo: Con el tiempo, este patrón repetitivo de respuesta emocional a través de la comida se convierte en un ciclo. La conexión emocional con ciertos alimentos se refuerza, y la persona puede recurrir a esta estrategia repetidamente, contribuyendo al aumento de peso a largo plazo.
Estrategias para Romper el Ciclo:
Conciencia Emocional: Reconocer y comprender las emociones que desencadenan los hábitos alimenticios.
Alternativas Saludables: Desarrollar alternativas saludables para lidiar con las emociones, como la práctica de la meditación o el ejercicio físico.
Apoyo Social: Buscar el apoyo de amigos, familiares o incluso profesionales de la salud para romper el ciclo y establecer hábitos más saludables.
Es importante cuidar tanto la salud física como la mental, y buscar ayuda profesional si se presentan síntomas de depresión u otros trastornos psicológicos. También existen hábitos saludables que pueden ayudar a prevenir o mejorar el sobrepeso y la obesidad, como llevar una alimentación equilibrada, hacer ejercicio regularmente, dormir bien, evitar el consumo de alcohol y tabaco, etc.
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