Una de las razones por las que me he interesado en aumentar mi capacidad pulmonar es para mejorar mi rendimiento cuando corro. Para quienes sufren de transtornos respiratorios severos, la función y la capacidad de los mismos pueden disminuir con el tiempo.
Cuando se tiene una dolencia de este tipo como fibrosis, efisema o enfermedad ulmonar obstructiva, tener suficiente sangre oxigenada puede ser difícil.
En pocas palabras, la función pulmonar es la forma en que tu cuerpo utiliza el aire, mientras que la capacidad es la cantidad de aire que tu cuerpo puede utilizar.
La capacidad sí se puede controlar y aumentar, como veremos enseguida:
Cuando estás relajado, tu cuerpo es naturalmente capaz de respirar más fácilmente. Habla con tu médico acerca de estos ejercicios de respiración y trabaja con él para adaptarlos según las necesidades.
Ejercicios de respiración
1 Empujando el aire hacia afuera
Con los pies apoyados en el suelo y en posición erguida, mantén las rodillas relajadas e inclínate desde la cintura.
Empuja el aire hacia afuera y luego regresa lentamente a la posición vertical.
Inhala lentamente y permite que los pulmones se llenen cómodamente con la mayor cantidad de aire posible.
Aguanta la respiración durante 20 segundos (si notas que es demasiado, escoge lo que puedas manejar).
Mientras cuentas, levanta los brazos por encima de tu cabeza. Relájate y luego baja los brazos mientras exhalas lentamente.
Completa este ciclo cuatro veces.
2 Estiramiento de costillas
Ponte de pie y exhala todo el aire.
Inspira lentamente y expande tu tórax al máximo de su capacidad.
Mantén el aire durante 20 segundos (o lo que sea más cómodo para ti).
Mientras cuentas, coloca las manos en tus caderas, con los pulgares hacia adelante y los meñiques tocando la parte baja de la espalda.
Exhala lentamente y relájate. Repítelo tres veces más.
3 Respiración abdominal
Acuéstate en una posición cómoda sobre tu espalda. Apoya una mano sobre tu estómago y la otra en tu pecho.
Respira profunda y lentamente desde la mitad de la sección media. Verás que la mano sobre tu estómago elevará más que la del pecho.
Exhala lentamente por tu boca e inhala por la nariz, también de forma lenta, conteniendo la respiración durante siete segundos si es posible.
Luego, cuando exhales, hazlo durante ocho segundos.
Asegúrate de apretar los músculos abdominales cerca del diafragma para exhalar todo el aire.
Respira así, durante cinco ciclos.
Mejora tu tolerancia al ejercicio
Otra manera de aumentar tu capacidad pulmonar es mejorar la tolerancia a los ejercicios.
La actividad física hace que el corazón y la frecuencia respiratoria aumenten, de modo que el cuerpo tenga suficiente oxígeno, a la vez que se fortalece el corazón y los pulmones.
La capacidad de una persona promedio puede mejorar entre el 5 y 15% con entrenamientos frecuentes.
Muchos expertos recomiendan alguna forma de actividad física al menos tres veces por semana.
Algunos médicos pueden prescribir rehabilitación, que combina entrenamiento, información y apoyo.
Mejora tu postura
Dado que los pulmones son estructuras blandas, solo ocupan el espacio que cada uno de nosotros les proporciona.
Los estudios han demostrado que sentarse encorvado disminuye la capacidad de los mismos, debido a que esa posición los aprieta haciéndolos más pequeños.
Por lo tanto, para una solución muy rápida, siéntate correctamente para aumentar el espacio interior de tus pulmones.
Recuerda que una buena postura, también ayuda con el dolor de espalda.
Consume suficientes vitaminas para fortalecer tu aparato respiratorio
Los niveles altos de vitamina D están asociados con un mejor funcionamiento pulmonar.
Cuando la vitamina D se añade al plan de tratamiento y se utiliza junto con la rehabilitación estándar, algunas personas muestran mejoría en su capacidad para ejercitarse y en su fuerza muscular respiratoria.
Además de ésta vitamina, también se encuentra en alimentos como el pescado graso, yemas de huevo y carne roja.
Mantente hidratado
Ingerir suficiente agua es tan importante para los pulmones como para el resto del cuerpo.
Mantenerse bien hidratado tomando líquidos durante todo el día ayuda a mantener delgados los revestimentos de la mucosa de los mismos.
Estos revestimientos más delgados ayudan a que dichos órganos funcionen mejor.
Lo ideal es que bebas por lo menos dos litros de agua al día.
Deja de fumar
Fumar daña los pulmones, causando todo tipo de problemas, desde cáncer hasta enfermedades respiratorias crónicas.
El humo del cigarro definitivamente afecta la capacidad de los pulmones. Con seguridad ya habrás visto las comparaciones entre los de personas sanas y los que fuman.
Tu capacidad puede mejorar por lo menos en un 10% nueve meses después de haber dejado de fumar.
Mejora la calidad del aire de tu hogar
La contaminación afecta tu sistema respiratorio. El polvo, los contaminantes del aire, los vapores químicos y otros pueden causar crisis, por lo que es importante mantener limpia la casa.
Intenta deshacerte del polvo que se acumula en los artículos como vidrios en ventanas, alfombras, cortinas. Recuerda tratar de utilizar limpiadores no toxicos.
El mejor momento para hacer un cambio positivo en tu vida es ahora, asi que, después de hablar con tu responsable de salud, prueba estos consejos fáciles.
Muchas gracias por tu visita, si te interesa algún tema en especial déjame tus comentarios o preguntas.
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