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Foto del escritorJosefina Zambrano Ramírez

Cómo cuidar la piel después de los 30 años



La piel es el órgano más voluminoso del cuerpo expuesto a factores ambientales que hacen que se deba estar en constante cuidado para mantenerla tersa y suave. A medida que transcurren los años, la piel va sufriendo algunos cambios tanto externa como internamente.


La renovación de las células disminuye su ritmo, haciendo que muchas hormonas como el colágeno y la elastina que componen la matriz extracelular se vayan tornando escasas en la piel.


Este proceso de avance de edad va acompañado de arrugas, aspecto rugoso y pérdida de elasticidad en la piel. Son muchas las razones por las cuales la piel debe cuidarse siempre.


Es cierto que la apariencia en la piel tiene una influencia muy positiva ante los demás y la gente se siente muy bien. Sin embargo, es importante saber que los órganos comienzan a envejecer desde el mismo momento cuando nacemos, incluyendo la piel.


La piel


Una piel sana, suave, sin imperfecciones y resistente es lo que todas las mujeres queremos a lo largo de la vida. Pero debemos tomar en cuenta que verse mejor no quiere decir parecer más joven. Son factores muy importantes que entran en juego, que implican tener un buen estilo de vida, un sistema inmunológico fortalecido, una salud emocional buena y en general un estado de felicidad que permita mostrarse a través de la piel.


Muchos pensamientos hablan de que la belleza viene de adentro y eso es cierto “la belleza viene del interior”, no solo desde el aspecto emocional, espiritual sino desde el aspecto físico.


Envejecimiento de la piel


La piel tiene dos procesos de envejecimiento, uno es el envejecimiento intrínseco de la piel que es el envejecimiento por los años o sea el cronológico que afecta tanto a la piel como a los órganos internos. El otro envejecimiento se llama extrínseco que sencillamente es el resultado de factores externos, el medio ambiente, la exposición excesiva al sol, la falta de sueño, el fumar, pero especialmente la mala nutrición.


Los factores extrínsecos en el envejecimiento de la piel tienen una palabra que los contrarresta llamada Prevención. Esa es la mejor manera de retardar esos factores de envejecimiento de la piel. Ahora, ¿cuál es la mejor forma de prevenir ese envejecimiento?. Esto es una cadena. Es necesario prevenir la acción muy dañina de los radicales libres con un buen estilo de vida, donde los nutrientes necesarios, equilibrados con alimentos ricos en antioxidantes sean consumidos, que realicen actividades físicas para mantener el cuerpo y movilizarlo y vivir sin estrés llamémoslo una buena calidad de vida.


A medida que avanzamos en edad se van reduciendo la masa y la fuerza muscular. Expertos en dermatología e investigadores han definido que el envejecimiento representa “la acumulación progresiva de daño celular/tejido/órgano con el tiempo”. Por eso es un proceso que dura toda la vida, pero la forma en que las personas se alimenten en su juventud tiene su repercusión después de los 30.


¿Por qué es importante cuidar la piel?


La piel va perdiendo elasticidad, suavidad y se torna delgada. Tanto así que las venas se pueden ver. Por eso es necesario cuidarla al máximo, porque es el reflejo del estado de salud. Es la etapa donde se debe tener mayor cuidado, puesto que comienzan a verse los efectos, con manchas secas especialmente en los brazos y piernas. El cuidado de la piel no implica la parte externa solamente sino todo lo que se hace para cuidarla desde adentro, ya que lo que la piel necesita a los 20 años no es igual que a los 30 años.


¿Por qué se daña la piel?


El proceso de envejecimiento lleva a la transformación de la piel, especialmente los aspectos de la cara, la textura y el color. La piel se daña cuando pierde firmeza en los tejidos, se despigmenta y se arruga, además de otros factores que la lesionan, entre los más destacados están:


Bronceado de la piel


Muchas mujeres acuden al bronceado para ver su piel de un color uniforme y tostado, que a la vista es muy agradable, pero las máquinas de bronceado tienen una penetración tan fuerte en la piel con los rayos ultravioleta, que dañan las células de la piel y causan arrugas. Además a la larga causan hiperpigmentación y manchas.


Consumo de azúcar y harinas


Al ingerir azúcar, bebidas azucaradas, alimentos que tengan alto contenido glicémico como galletas, pasteles, todo eso se convierte en azúcar. El cuerpo descompone todos estos carbohidratos en glucosa, haciendo elevar los niveles de insulina. Los carbohidratos simples como el azúcar, las bebidas gaseosas, el pan blanco, promueven los niveles altos de insulina, lo que produce inflamación en el cuerpo. Como consecuencia, la inflamación produce enzimas que van a descomponer el colágeno y la elastina. Al descomponerse provoca flacidez de la piel y arrugas.


Al digerir el azúcar, se adhiere al colágeno de la piel de forma permanente. Esto lo hace en un proceso llamado glicación, que hace que aumenten los efectos de envejecimiento. Además de eso la glicosilación provoca la salida de rosácea, acné y piel seca. Según investigaciones de Expertos, está comprobado que una alimentación con alto consumo de azúcar y harinas refinadas, así como alimentos procesados conducen a dañar la piel. Por esta razón, el consumo de azúcar y harinas debe minimizarse a medidas que la edad avanza. No es lo mismo consumir azúcar a la edad de 20 años que a los 30.


El cigarro


El humo del cigarro emite toxinas que exponen la piel, causando sequedad, arrugas, además de otros efectos daniños. Causa la aparición de los radicales libres, generando el estrés oxidativo, que hace que no se suministre el oxígeno suficiente a la piel. Además la nicotina acelera el envejecimiento de la piel, por lo que fumar tiene muchos efectos cutáneos desagradables. Uno de ellos es que la piel de los dedos se torna amarillenta, así como las uñas, la lengua de igual forma cambia de color.


También aparecen de una forma rápida, arrugas como patas de gallo, lineas alrededor de los labios, párpados flojos. El color de la piel también es diferente, con tono desigual, grisáceo y amarillo, además de seca y áspera. A largo plazo, a los 30+ años, la piel de una persona que fuma se parece a la de una persona que no fuma a los 70 años.


Falta de sueño


El sueño es un proceso esencial en la vida de las personas requerido para todas las funciones tanto la fisiológica (descanso del cuerpo) como la cognitiva y conductual (descanso mental) que impacta en la salud permanente.


La falta de sueño puede dañar la piel al punto que podría duplicar los signos de la edad. Las personas que no duermen tienen una apariencia de personas cansadas, con ojos hinchados y ojeras. Además lucen la piel más pálida y la comisura de los labios se notan más caídas. Estos son signos ineludibles de poco descanso. El hábito de dormir es importante ya que permite regenerar las células del organismo. La persona que duerme mal se le refleja en la piel, marcando los signos de sequedad y envejecimiento.


Estrés


El estrés ha sido asociado con estímulos potencialmente nocivos. El daño acumulativo del ADN, más las deficiencias del sistema inmunológico, se constituyen en los principales factores que impactan en el envejecimiento de la piel. Estos involucran la inflamación, el estrés oxidativo y el daño al ADN. La inflamación ocasiona los radicales libres que produce el estrés oxidativo, que deteriora las células y las envejece prematuramente. Todos estos problemas se relacionan con los cambios importantes en la masa de colágeno, con resultados impactantes de envejecimiento de la piel.


Los problemas y las preocupaciones pueden producir un efecto inflamatorio en el organismo provocando que la hormona de cortisol eleve el estrés. Los niveles elevados de cortisol, son el resultado del estrés crónico si no se toma el control necesario para calmar la ansiedad y la angustia, el cuerpo tiende a envejecer, dañando la piel de una manera progresiva.


Consumo de alcohol


El consumo de alcohol y su exceso han sido responsables de alrededor del 6% de todas las muertes en el mundo Son altos los riesgos que conlleva en la salud con efectos en la piel muy fuertes. Una noche de consumo de alcohol puede deshidratar la piel y si es continuo, comienzan a verse de forma muy notoria las arrugas y líneas de expresión. En el caso de las personas que tienen piel seca, es mucho más evidente. El alcohol también hace que los vasos sanguíneos de la epidermis se dilaten por lo que causa que la piel, especialmente la de la cara, se enrojezca. Si estos vasos sanguíneos se desarrollan, es difícil que se reviertan solos.


¿Cómo cuidar la piel después de los 30 años?


Comenzar a tener un estilo de vida con un régimen alimenticio que contenga todos los nutrientes requeridos. Es la mejor manera de cuidarse. Esto debe hacerse desde ahora.

El cuerpo debe estar preparado para que los órganos funcionen de buena forma. Cuando hay desorden alimenticio, el cuerpo se llena de toxinas que se manifiestan exteriormente en la piel, dañándola. Además una mala alimentación produce descontroles hormonales que igualmente afectan todo el organismo.


Es esencial consumir los nutrientes que el cuerpo necesita, especialmente frutas y vegetales que permiten absorber todos los minerales y vitaminas requeridos por el organismo. Todo lo que se beba y se toma tiene una influencia en la salud de la piel.

Aquí tengo algunas recomendaciones para tener una piel sana y disfrutarla de adentro hacia afuera:


Consumir Vitaminas


Carotenoides (Vitamina A: betacarotenos, astaxanthina, retinol)


La vitamina A contiene los carotenoides que son antioxidantes con propiedades fotoprotectoras. Consume alimentos que contengan estos carotenoides para conservar una piel hidratada. Las zanahorias, calabazas, papas, mangos, papaya, son alimentos que contienen betacarotenos. Los carotenoides contenidos en las frutas y vegetales dan a la piel un tono saludable.

La astaxantina se consigue en las microalgas, el salmón, trucha, krill, camarones. Se le atribuye un potencial extraordinario para proteger el organismo.

El licopeno es un caroteno rojo brillante que se encuentra en los tomates y otras frutas como las zanahorias, papaya y sandía.


Vitamina C


La vitamina C es un antioxidante importante. Como no la sintetiza naturalmente el cuerpo humano, se requiere ingerir alimentos con esta vitamina para estar saludable. Las fuentes de vitamina C más comunes son frutas y vegetales.


Vitamina E


El complejo de vitamina E lo conforman 8 compuestos que son los tocoferoles. El tocoferol es un antioxidante, que elimina los radicales libres, que son los principales causantes del estrés oxidativo que degenera el sistema celular y provoca el envejecimiento prematuro.

La vitamina E actúa junto con la vitamina C para trabajar conjuntamente en la regeneración de las células. Consumir alimentos con vitamina E ayuda a recuperar el colágeno con la peroxidación de las grasas.


Vitamina D


La vitamina D es sintetizada por el cuerpo humano a través de la exposición al sol. Otras porciones de vitamina D llegan al organismo a través de los alimentos como el pescado graso o la yema de los huevos. Por ser la piel uno de los tejidos claves que requiere vitamina D, su ingesta es importante. Su consumo diario permite mantener una buena salud ósea.



Mantener una buena calidad de sueño


Dormir 8 horas por la noche aporta muchos beneficios. Antes de acostarse es recomendable hacer la rutina de limpieza de cutis para mantenerla tersa. Expertos de belleza recomiendan dormir boca arriba para no maltratar la piel del rostro.


Mantener la piel hidratada


Una piel cuidada desde temprana edad, se mantendrá firme y lozana aún a los 50 años. Claro está, es un efecto dominó donde una cosa conduce a la otra. Se puede usar las mejores cremas que existen en el mercado, pero si no se tiene una alimentación saludable y el cuerpo está cargado de toxinas, no se está haciendo el esfuerzo requerido. Caminan simultáneamente. La piel requiere siempre de la humedad, por lo que es importante tomar agua para mantenerla hidratada. La deshidratación además de secar la piel, atrae muchos problemas de salud que perjudican el organismo notablemente.


Tener una vida activa


Una vida activa implica estar en movimiento constante para ejercitar los músculos del cuerpo. Va desde una caminata diaria para poner en funcionamiento los sistemas circulatorio y respiratorio. Respirar bien es una buena señal de que se tiene una vida activa. El ejercicio aumenta la circulación de la sangre y suministra oxígeno a la piel. Si la piel tiene más oxígeno y recibe más nutrientes, se deriva en un mejor crecimiento celular. Favorece así la eliminación de células muertas de la piel y de los radicales libres que promueven la oxidación celular. Todo esto se traduce en una piel sana y sedosa. La realización de actividades físicas es primordial para que la piel se mantenga firme y el cuerpo en movimiento.


Evitar la exposición directa al sol


Cuidarse del sol resulta esencial en cualquier edad. Pero a partir de los 30, sobreexponerse al sol origina arrugas y la piel se ve opaca. No solo eso, esta sobreexposición puede también aumentar el riesgo de contraer cáncer de piel. Es importante usar protector solar y evitar el sol directo especialmente entre las 10 am y las 4 pm.


Efectuar limpieza constante en la piel


Tanto si la piel del cuerpo como de la cara deben mantenerse limpias de impurezas. Las exfoliaciones son recomendables para deshacerse de las capas de impurezas y toxinas. Para esto se puede utilizar un cepillo para exfoliar la piel eliminando las células muertas.


Una recomendación muy buena es el aceite de coco como desmaquillante y limpiador. Es importante mantener la piel del cutis limpia y libre de impurezas, así el maquillaje se ve firme y bonito.


Concluyendo...


Después de los 30 años, se experimentan grandes cambios hormonales en la piel. Durante la etapa fértil de la mujer, el estrógeno ayuda a que la piel se mantenga muy tersa, éste disminuye con los años, así como la capacidad de la piel para poder retener el agua.


La idea es pensar mantener una piel saludable, que por añadidura será más joven.

Recuerda, el cuidado de la piel va de adentro hacia afuera. Un buen régimen alimenticio, actividades físicas y pensamientos positivos son la mejor manera de tener una excelente calidad de vida.


“La madurez es cuando dejas de quejarte y poner excusas en tu vida; te das cuenta de que todo lo que sucede en ella es el resultado de la elección previa que hiciste y comienzas a tomar nuevas decisiones para cambiar tu vida”. Roy T. Bennet

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