La reportera de salud Kelly Crowe nos lleva detrás de la ciencia que hace que la comida procesada sea tan irresistible para todos, en el artículo: “Food cravings engineered by industry: How Big Food keeps us eating through a combination of science and marketing”
Y es que no sólo se trata de tener fuerza de voluntad para evitar los alimentos procesados, sino que hay muchos factores que hacen que comas y comas sin parar. Muchos de esos factores escapan a tu voluntad y son invisibles para ti.
Kelly Crowe en su artículo nos cuenta cómo la industria alimenticia ha secuestrado tu paladar. Se las ha ingeniado para que te vuelvas adicta a los alimentos procesados.
Como está en inglés te lo explico un poco a continuación:
La industria de alimentos procesados gasta millones de dólares en la ingeniería de sus productos. Emplea científicos que van desde químicos, físicos, psicólogos e inclusive neurólogos, para diseñar colores, texturas y sabores para que simplemente no los puedas resistir.
“Sensación bucal”, “fuerza máxima por mordida” y “saciedad sensorial específica” son términos técnicos comunes que se utilizan en la industria de los alimentos para manipular, ajustar y afinar hasta llegar al punto deseado del sabor, color y textura de los productos alimenticios que crean.
Este punto es el consumo no razonado de productos. Eso quiere decir que la industria de los alimentos quiere que comas sin consciencia hasta sentirte súper llena.
Este último concepto resulta vital ya que si tú como consumidora, sientes saciedad inmediata después de consumir una mínima cantidad de un producto, no lo consumirás en las cantidades deseadas por la industria alimentaria.
Obviamente eso está en contra de la metas de ventas de las empresas, a las cuales lo único que les interesa es tener ganancias y no proporcionarte un alimento nutritivo.
Es por eso que buscan un sabor balanceado que no “sature” tus papilas gustativas. Ese sabor tampoco debe ser insípido como para que descienda tu interés por el producto.
La intensidad del sonido crujiente es otro factor que también tienen en cuenta porque saben que engancha y gusta a la gente.
La rapidez con que un alimento se derrite en la boca es también otro factor que condiciona la avidez de las personas por repetir las raciones. Cuando un alimento se derrite rápidamente en la boca, crea la sensación de “densidad calórica desvaneciente”. Este efecto engaña a tu cerebro haciéndolo creer que no has ingerido ninguna caloría.
Cuanto más fácil se disuelve un alimento en tu boca, mayor es la cantidad necesaria para que tu cerebro “crea” que has ingerido un número significativo de calorías. Y así es como seguimos consumiendo ciertos alimentos sin poder parar.
La industria alimentaria tiene como objetivo engañar a tu cerebro para que comas más allá de la cantidad de calorías razonables, o recomendadas, para mantenerte delgada y saludable.
La intención de compartirte esta información, es que te des cuenta que hay intereses económicos muy potentes que hacen todo lo posible para que cada vez consumas más alimentos procesados.
Lamentablemente la ciencia está al servicio de estas empresas que invierten cantidades enormes de dinero en investigación. Lo que estas empresas pretenden es que te vuelvas consumidor que repite y que cada vez compra más cantidad de sus alimentos procesados.
Quieren que te conviertas en adicto que cuando te sientes triste, cansado, estresado, enojado, frustrado, recurra a una golosina para alegrar su vida.
Secuestrando tu paladar, ellos aseguran aumentar sus ventas.
Ahora que entiendes que no se trata de falta de fuerza de voluntad, sino de manipulación de la ingeniería alimentaría, pon mano al asunto, toma conciencia, y por dignidad y por tu buena salud, deja de consumir esos alimentos procesados que tanto daño nos causan.
Sustituye todos los alimentos procesados por comida real que nos proporciona la madre tierra. Devolvamos el poder a la naturaleza y no a la industria alimentaria que a base de engañarnos hacen billones.
No des poder a esta industria que no tiene en cuenta tu salud ni nutrición, de hecho es lo que menos les importa.
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