Intenta cambiar tu forma de pensar sobre la comida. La mayoría de nosotros hemos programado nuestro cerebro para esperar alimentos llenos de grasa, sal y azúcar. Estos tipos de alimentos liberan sustancias químicas para “sentirse bien” en el centro de recompensa del cerebro y, con el tiempo, asociamos el cambio de humor sutil, pero placentero, con el consumo de ciertos alimentos y también podemos volvernos adict@s a estos alimentos.

Aquí presento algunos pasos para romper con el ciclo.

1 Haz una conexión entre los alimentos saludables y el placer.

Esta conexión se desarrolla con el tiempo al ser consciente del placer de comer alimentos saludables. Lo que también sucede es que estás volviendo a entrenar tus papilas gustativas. Por ejemplo, una vez que comienzas a reducir la sal en tu dieta, no tendrás antojos de sal y, como resultado, los alimentos salados te sabrán extremadamente salados. Lo mismo ocurre con el azúcar y las grasas. Empieza a ver tu comida no solo por placer, sino más como una droga. Esto ayudará a poner la comida en una perspectiva adecuada, la comida es placentera, si, pero su función principal es mantenernos vivos y saludables.

2 Practica la alimentación consciente

Presta atención a cómo saben y se sienten los alimentos que consumes. Prueba realmente la comida, siente su textura y disfrútala. Para cuando hayas terminado de comer, habrás ayudado al cerebro a recibir el mensaje de que has comido suficiente. Al enfocarte en lo que estás comiendo, las emociones como el aburrimiento, la ansiedad, la ira, la frustración y el estrés tendrán menos probabilidades de controlar la cantidad que comes. Asegúrate de comer tres comidas y dos bocadillos al día.

Es muy importante para estabilizar el azúcar en la sangre y evitar comer en exceso o tomar malas decisiones de salud. Cuando tu nivel de azúcar en la sangre está equilibrado, no sufres de hambre ni antojos. ¡Ahora tu estás a cargo!.

El ejercicio también ayuda a equilibrar el azúcar en la sangre. La combinación es un elixir poderoso para una salud óptima y pérdida de peso.

3- Cambia tu entorno

Cuando la necesidad de comer en exceso asoma su cabeza, la distracción es la clave. Sal de inmediato de tu habitación, camina, lee, llama algún amigo, juega con tus hijos, sobrinos, siendo lo más efectivo mover tu cuerpo. El ejercicio libera sustancias químicas para sentirte bien que afectan tu perspectiva y funciona a la perfección. Lo importante que debes recordar es actuar cuando esto suceda.

Recuerda ¡Puedes controlar esto!

Recuerda esto a menudo de manera positiva. La clave es comprender por qué comes en exceso, conoce los factores desencadenantes de tus alimentos, los desencadenantes de tu situación y luego actuar cambiando tu respuesta a los alimentos que te gustan pero no son saludables para tí, para tu buena salud.